Su propósito es explicar a la comunidad y ejemplificar el concepto de basura cero (en inglés, “zero waste”). Este es un poderoso concepto de sostenibilidad que implica la separación, reutilización y reaprovechamiento de los residuos, a tal punto que ninguno vaya a un relleno sanitario o se queme. Nuestra historia se remonta al 2010, cuando empezamos a explorar el compostaje.
Para ello, montamos 240 canastillas llenas de lombrices en el norte de Bogotá, y las alimentábamos con los residuos orgánicos de algunos supermercados de la zona. Así empezó nuestro esfuerzo por resignificar la “basura”. Dos años después, se mudó para su ubicación actual, en el Alto del Vino. El terreno donde hoy se ubica Bisvita era una finca en la cual sólo crecía pasto, pues el suelo se había degradado por la ganadería.